Hoy sacamos el mandil a la calle para exigir un reparto justo del trabajo de cuidados y del trabajo doméstico.
Si todos cuidamos a menores y dependíentes, si todos limpiamos la casa, si todos cocinamos y bajamos al supermercado, todos podremos desarrollar una vida intelectual y laboral satisfactoria y nadie quedará atrapado, esclavizado al mandil.
Porque el mandil es de todos.
8 de marzo 2019 |
8 de marzo 2018 |
También sacamos el mandil a la calle por nuestras madres, nuestras abuelas, por todas esas mujeres que han dedicado su vida a cuidar y limpiar, a hacer un trabajo muy duro, nada valorado socialmente, mientras nuestros padres y nosotros -sus hijas e hijos- nos desarrollábamos intelectual y laboralmente.
Sacamos el mandil a la calle para cambiar esta cultura patriarcal que durante siglos ha hecho creer a las mujeres que son ellas las que deben cuidar y limpiar. Una cultura patriarcal que ha enseñado a las mujeres que la maternidad es su camino principal de realización y que ser soltera es un fracaso mientras que ser soltero es ser libre. Una cultura patriarcal que ha enseñado al hombre a dominar y a la mujer a someterse. Hoy paramos para gritar al patriarcado que tiene los días contados.
Hoy paramos para acabar con los feminicidios, violaciones, abusos sexuales, el sexismo. Hoy paramos porque las mujeres queremos salir a la calle de día y de noche sin miedo y con la misma libertad con la que se mueven los hombres.
Paramos porque mujeres y hombres somos iguales y merecemos la misma valoración tanto social como económica, y el mismo respeto.
Hoy paramos para cambiar el mundo.
¿Y tú? ¿paras?
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