La Plaza de Colón: historia, leyendas y milagros (I)

PRIMERA PARTE: TRAS LAS HUELLAS DE LA IGLESIA de SAN ADRIÁN

Colón llega a esta plaza el 3 de septiembre de 1893, cuatrocientos años después de que pisara América.

Apenas pone Colón el pie en nuestra plaza, la cambia de nombre y le da el suyo. A partir de entonces, la estatua de Colón contempla desde su altura histórica el ajetreo charro, sin que ese mundo oscuro que sostiene se le vaya de las manos; y eso que no es fácil aceptar que el camino que emprendes hacia las Indias acabe llevándote a América, pero así es la vida….

Plaza de Colón Salamanca

La historia de esta plaza se podría contar a través de los diferentes nombres que ha tenido: plaza de San Adrián, plaza de los Menores, plaza de la Trinidad. Nombres de los edificios que una vez se levantaron en esta plazuela. En tiempos se la conoció también como plaza de la Yerba.

Todas estas edificaciones, y los que las habitaron, llenaron la plazuela de historias y leyendas. Vamos a repasarlas


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San Adrián fue una iglesia que se levantó en el siglo XII, donde hoy vemos los jardines. Debió de ser una construcción de mucho valor artístico.

La iglesia de san Adrián se mantuvo en pie la friolera de setecientos años.

Según van transcurriendo esos años, alrededor de la importante iglesia de San Adrián van floreciendo otras construcciones; unas las conservamos y otras nunca sabremos como fueron: La torre del Clavero (siglo XV) la torre de Abrantes (siglo XV) a la que se le da este nombre por confusión con otra torre ya desaparecida que estaba frente a ella; el palacio de Orellana (siglo XVI), el desaparecido convento de los Clérigos Menores de san Carlos Borromeo (siglo XVII). El convento de Trinitarios descalzos (lo que fue cuartel de la guardia civil y hoy juzgados) de este convento nos queda la iglesia de San Pablo, antes conocida como iglesia de la Trinidad (siglo XVII)

P4130327     Torre de Abrantes de Salamanca Palacio de orellana Salamanca
  antigua iglesia de la Trinidad

Siete siglos de existencia son muchos siglos como para que no haya quedado de la iglesia de san Adrián algo más que sus presumibles cimientos y alguna que otra tumba bajo los jardines.

Las huellas que hoy podemos encontrar de la iglesia de san Adrián son muchas más de las que cabría suponer.

A finales del siglo XV se construye en la iglesia de san Adrián una capilla para que sirva de enterramiento a la familia de los Enriquez de Anaya y descendientes. En el siglo XVII un tataranieto de aquellos Enriquez encarga la talla de un Ecce Homo para colocarla en esa capilla.

La capilla de los Enriquez pronto empieza a ser conocida como capilla del Ecce Homo. Y el Ecce Homo pronto empieza a tener fama de milagroso.

De los milagros sucedidos entre las cuatro paredes de la capilla del Ecce Homo sólo ha llegado hasta la actualidad noticia de dos.

El 9 de junio de 1852, la Revista Salmantina Periódico Literario cuenta que una noche de hacía (ya entonces) muchos años, una muchedumbre se había concentrado en la plaza de san Adrián. La iglesia a esas horas ya estaba cerrada, sin embargo una luz desconocida escapaba al exterior. Al decir de los que habían podido acercarse al templo a explorar el fenómeno, la luz de origen inexplicable iluminaba la imagen del Ecce Homo.

Ante tales noticias ningún charro de los allí concentrados quería desperdiciar la oportunidad de contemplar con sus ojos la luz milagrosa. Los gritos de ¡milagro! ¡milagro! resonaban entre la multitud. El tumulto, los empujones y codazos subieron tanto de tono que varias parejas de soldados se las vieron y se las desearon para mantener la avalancha humana alejada del templo. Al final no tuvieron más remedio que abrir la iglesia y dejar que la gente entrara.

Los que accedieron al interior ya no vieron ninguna luz.

O el fenómeno sobrenatural no sucedió, o para cuando los soldados abrieron las puertas del templo el milagro había terminado…

En 1853, al Ayuntamiento se le ocurre la tonta idea de tirar la iglesia de san Adrián. La idea es muy tonta, en primer lugar porque la iglesia artísticamente era una construcción de extraordinario valor, y en segundo lugar porque a pesar de sus setecientos años la iglesia estaba bien conservada.

Por si esto fuera poco, además la iglesia de san Adrián estaba unida al palacio de Orellana por un arco de mucho mérito que cubría el ancho de la calle, convirtiéndose en una especie de entrada a la misma que según los que la vieron dotaba a la calle san Pablo de un “efecto mágico” .

La razón del derribo era la construcción de una carretera, una especie de ensanchamiento de la calle san Pablo.

Las ideas tontas a veces cuentan con poderosos tontos que no se detienen ante nada con tal de hacerlas realidad. Y esto debió de ser lo que ocurrió con San Adrián. Se derribó san Adrián. Y para colmo, una vez desaparecida la iglesia, el proyectado ensanchamiento de la calle san Pablo no se lleva a efecto nunca…

Un derribo inexplicable, imperdonable e irreparable que nos ha robado a todos una joya que nunca podremos disfrutar.

Para entender un derribo tan bestial hay que acudir a un artículo que por entonces escribe José Picón, cronista de una expedición arquitectónica que envía el gobierno a Salamanca para estudiar sus monumentos.

Aunque el texto es un poco largo transcribo un fragmento, porque es extraordinariamente descriptivo de la Salamanca de aquel período, y porque a día de hoy algunas cosas siguen sonando extrañamente actuales:
Pocas ciudades contarán en su recinto tantos edificios y monumentos notables. Pero al mismo tiempo que la vista se deleita admirando incomparables modelos, siente el corazón un sentimiento doloroso por el completo abandono, por la indiferencia glacial con que se miran aquellas colosales páginas de nuestra grandeza pasada. Se ve caer la clave de una bóveda y nadie trata de sustituirla. A los pocos años desaparece el edificio que cubría. No hay cuartel para la tropa, y se echa mano del primer monumento de la ciudad. Los soldados se entretienen en pintar bigotes a las estatuas de un claustro, cuando no toman por distracción amputarlas las orejas y narices. Para construir una carretera se cree necesario demoler anticipadamente una parroquia gótica del siglo XII. Véndese un convento de valor inapreciable en 30,000 rs.; a los pocos meses es derribado por el dueño para aprovechar los materiales de construcción. Es preciso restaurar un cuadro original de Rivera; cierto aficionado, oficial de sillero, se encarga de esta obra benemérita, y embadurna con betún de botas el precioso lienzo.
Estas escasas líneas darán idea del precio que tienen entre nosotros las glorias nacionales. Formen los lectores los comentarios, porque la indignación y la vergüenza impiden hacerlos al que escribe estos renglones.
Como consecuencia natural de este vandalismo, no se ven por Salamanca más que iglesias destruidas, murallas ruinosas, escombros y tumbas profanadas.

¿Sentó mal en Salamanca el artículo de José Picón? Sin duda sentó muy mal. Tan mal que en algún periódico atacan sin piedad (con un desprecio prepotente que llama la atención) las historias salmantinas que el joven José Picón desarrolla en el resto de su artículo. Semejante reacción seguramente prueba que las críticas de José Picón no andaban precisamente lejos de la realidad.

El derribo de la iglesia de san Adrián se retrasa unos días para que José Picón y sus compañeros de estudios arquitectónicos puedan examinar y dibujar sin prisas la pobre iglesia, que tiene las horas contadas.

Expirado el plazo de gracia, la iglesia de san Adrián se derriba sin más contemplaciones.

La demolición la llevan a cabo doscientos presos de la cárcel de Valladolid que el Gobernador Civil de Salamanca solicita para este fin.

El derribo de san Adrián es el contexto de la segunda historia que se rumorea milagrosa.

Esta historia aparece en el Adelanto en 1917, y la cuenta Jacinto Vázquez de Parga a lo largo de una entrevista.

Vazquez de Parga debía de ser conocido en la ciudad, porque el entrevistador no se molesta en presentarlo. La Biblioteca Nacional conserva una conferencia suya para la apertura de curso de la Escuela de Bellas Artes de San Eloy de 1898. Y en la Biblioteca Digital de Castilla Y León aparece como autor de un libro: Reseña geográfica-histórica de Salamanca y su provincia, para uso de los colegios y escuelas de la misma (1885).

Vazquez de Parga, a quien en otra publicación se le califica de “laborioso erudito”, cuenta al periodista de El Adelanto que la capilla del Ecce Homo de San Adrián era de tan inmenso valor que el duque de Abrantes decidió salvarla del derribo y llevársela a Madrid. Pero según Vázquez de Parga sucedió esto:
Fue desmontada y depositada en un coche que tiraban sendos troncos de mulas. Y cuenta la tradición que por más esfuerzos que se hicieron, los tiros no arrancaron, y convencido el duque de lo milagroso del hecho la mandó restaurar en su capilla de la Catedral.
En Historia de Salamanca dice Villar y Macías que los duques de Abrantes eran sucesores de los Enríquez de Anaya. Así que a lo mejor la capilla de san Bartolomé conocida también como “de Anaya” es la capilla donde según Vázquez de Parga fueron a parar los restos de la valiosa capilla del Ecce Homo de la Iglesia de san Adrián. Pero no he encontrado confirmación de esto por ningún lado.

Lo más parecido que nos cuenta Villar y Macías es que la verja que cerraba la capilla del Ecce Homo de la iglesia de Sán Adrián se colocó en la capilla de santa Catalina en la Catedral Vieja.

En cualquier caso, al menos parte de la capilla de san Adrián sobrevive en la Catedral.

Villar y Macías aún va más allá. La iglesia de san Adrián tenía dos portadas. Una románica y otra gótica. La portada gótica, según Villar y Macías, fue desmontada y trasladada al antiguo hospital de la Trinidad ( lo que hoy es el colegio de las Siervas de San José) y en su nueva ubicación era portada de una zona dedicada a enterramiento. Lo mismo afirma Toribio Andrés en Salamanca y sus alrededores. Según él fue colocada en el patio del colegio de las siervas de san José, y “en el muro de un apartado que estuvo destinado para cementerio”.

Desafortunadamente en el colegio de las Siervas de san José no tienen noticia de ello. La directora del colegio, muy amablemente, explica que a nadie le consta este dato, y que si de verdad la portada de la iglesia de san Adrián se trasladó al edificio, debió de desaparecer hace muchos años.

Una pena.

De aquella portada queda un dibujo de V. Garralón.

Revista salmantina  periódico literario Tomo 1 Número 41 - 1852 julio 11
Imagen publicada en Revista Salmantina Periódico literario el 11 de julio de 1852. Obtenida de la web de prensa histórica del ministerio de educación

¿Pero qué fue de la talla del Ecce Homo de san Adrián?

Bernardo Dorado dice que tras la demolición se traslada el Ecce Homo a la capilla de San Lorenzo de la Catedral Nueva.

Juan Antonio Vicente Bajo en su Guía descriptiva de los monumentos arquitectónicos de Salamanca (1901) repite el dato y nos explica además que en la capilla de san Lorenzo “dos lámparas arden perpetuamente a los lados de la efigie”, sufragadas por los sucesores del Duque de Abrantes.

Hoy en la capilla de san Lorenzo ya no está el Ecce Homo.

Pero dos capillas más allá, envuelto en la penumbra, se distingue un Ecce Homo.

Fuentes diversas afirman que esta talla es el Ecce Homo de san Adrián. Y lo atribuyen al  escultor salmantino Pedro Hernández (1585-1665).

En algún momento el Ecce Homo de San Adrián debió de trasladarse de la capilla de San Lorenzo a la del Presidente

Ecce Homo san Adrian Catedral Nueva Salamanca

Y allí está ahora, sin sus luces perpetuas a los lados, sin su fama de milagroso, olvidado en la oscuridad al fondo de la capilla, pero con la misma expresión que contemplaban los salmantinos del siglo XVII, cuando traspasaban el umbral de su primitiva capilla en San Adrián y la inundaban de peticiones de socorro.

Ecce Homo de san Adrián

En la Catedral Nueva, por entre las rejas de la capilla del Presidente, asoma ahora la imagen de aquel Ecce Homo que, una noche de hace mucho tiempo, congregó en la plaza de Colón a una multitud de salmantinos tan necesitados de creer en una luz poderosa con la que defenderse de sus tinieblas personales, que tuvieron que venir los soldados a disolver sus esperanzas.

La talla impresiona y, de verdad, llega.

Y desde mi punto de vista merecería que un hilillo de luz eléctrica la iluminara, igual que se ilumina en la actualidad a las dos Vírgenes que se han colocado junto al Ecce Homo en la capilla. (El Ecce Homo es el único de la capilla que está en la oscuridad).

Es curioso que exista la historia de una luz sobrenatural que iluminó un día la talla de un Ecce Homo que hoy no cuenta ni con una bombilla eléctrica para avisar a los turistas (y a los no turistas) de su existencia. Sería genial que la pusieran. La merece.

Ecce Homo de la Iglesia de San Adrián
(Forzando la ISO de la cámara para inventarle un poco de luz al rincón oscuro del Ecce Homo en la capilla del Presidente)

Continuará
(Siguiente entrega la Torre del Clavero: Leyendas de miedo)


BIBLIOGRAFÍA
  • Revista salmantina periódico literario: 6 de junio de 1852; 20 mayo 1852
  • La semana católica de Salamanca. 9 de septiembre de 1893
  • Historia de Salamanca. Villar y Macías
  • Historia de las antigüedades de la ciudad de Salamanca. Bernardo Dorado
  • Salamanca y sus alrededores. Toribio Andrés
  • El Adelanto. 17 de septiembre de 1917
  • Crónicas históricas de los principales monumentos y edificios de Salamanca. José Picón. 1859
  • El Fomento. Revista de intereses sociales. 12 febrero 1891
  • Guía descriptiva de los monumentos arquitectónicos de Salamanca. Juan Antonio Vicente Bajo. 1901
  • Wikipedia
  • Álbum salamantino. Semanario de Ciencias, Literatura, Bellas Artes, de intereses materiales. 5 de marzo de 1854
  • Plaza de Colón, encuentro de los clérigos menores. Salamanca 24h (Si no habéis visto este vídeo, vedlo. Otro interesante capítulo de la serie Patrimonio Olvidado de Isabel Muñoz en el periódico Salamanca 24h)
Licencia Creative Commons Este obra de Laura Rivas Arranz está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.  

Comentarios

  1. He visto esta foto y no he podido evitar acordarme de este post. ¿No es San Adrián? https://twitter.com/Salamhistoria/status/403099035847778304/photo/1 Saludos¡

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    1. ¡¡Madre mía!! pero esto es todo un hallazgo!! Debe de ser alguno de los dibujos que hicieron los miembros de la expedición artística. Tiene que ser la iglesia de san Adrían, se ven los dos palacios de la calle san pablo. Repito aquí el link que nos ha aportado Miguel Ángel:para que nadie se pierda el dibujo:

      https://twitter.com/Salamhistoria/status/403099035847778304/photo/1

      ¡¡Muchas gracias, por el aviso!! Saludos!

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  2. Hola. Acabo de leer el artículo, muy bueno como siempre. Tengo entendido que también se aprovecharon restos para el Hospital de la Santísma Trinidad y queria saber si hay algún indicio de su existencia en el mismo a día de hoy y si es así, cuales podrían ser. Supongo que aunque conocerás la obra me permito mencionar la obra de Vargas y Aguirre "Dibujos salmantinos" donde el autor consiguió retrasar el derribo un par de días para ofrecernos unas láminas excepcionales del templo.

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    1. Pues no tenía ni idea de lo que dices del Hospital de la Trinidad, y la verdad que me ha picado mucho la curiosidad a ver si averiguamos algo sobre el tema. Te agradezco mucho que me apuntes "Dibujos salmantinos", no la conocía y la buscaré!! ¡¡Gracias por tu comentario!!

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    2. Es de 1981 y esta editada por el Centro de Estudios Salmantinos. La propia portada se ilustra con los dibujos de varios de los sepulcros de la iglesia

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  3. Por cierto, yo también estoy alucinado con el hallazgo del dibujo.

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  4. De la portada gótica de San Adrian y de parte de sus sepulcros góticos se conservan tres fotografías de Clifford del mismo año del derribo 1853 en las que parece que ya se están llevando a cabo las labores de destrucción

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    1. Pues muchas gracias por la interesante aportación!! Habrá que buscar esas fotos ahora que sabemos que existen! ¡Saludos!

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    2. En el V&A tienen una con parte de los sepulcros de la capilla gótica adosada
      http://collections.vam.ac.uk/item/O1083221/photograph/

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    3. Muchas gracias por la aportación!!! Y además la web que apuntas no la conocía y tiene pinta de filón!!! Muchas gracias

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  5. http://www.realacademiabellasartessanfernando.com/assets/docs/fotografia/salamanca_avila.pdf
    Es un pdf grandecito con fotos de varios lugares de Castilla y León incluidas las tres fotos conservadas de San Adrian.

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    1. ¡¡Muchas gracias por esta aportación tan genial! Saludos!

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  6. Voy a repetir el enlace al Pdf porque es muy interesante: http://www.realacademiabellasartessanfernando.com/assets/docs/fotografia/salamanca_avila.pdf ¡No os lo perdáis!! son doscientos y pico megas pero baja enseguida si lo queréis guardar. Yo ya lo tengo atrapado en una carpeta:D Otra vez gracias por la aportación!!

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  7. Quien quiera no bajarse directamente el pdf y ver de donde viene puede ir aquí
    http://www.realacademiabellasartessanfernando.com/es/archivo-biblioteca/biblioteca/fotografias

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  8. Estimada laura,
    Aunque este artículo lo leí en su día y me enriqueció intelectualmente como lo hacen la mayoría de tus publicaciones, ayer lo recordé mientras estaba en una visita temática sobre la catedral y su simbología mariana; aproveché la ocasión para preguntarle a Mariano Casas, que es quien anda metido en los archivos de la catedral -no sé si es oficialmente trabajador de ésta o si sigue como investigador- sobre el ecce homo de la capilla del presidente, y el me confirmó que esta comprobado que ese es el ecce homo de San Adrian.
    Así pues, otra fuente más que lo confirma, lo que no sé es si en horario de pago ya le ponen luz o lo que sea porque ayer, en la visita, estaba sin iluminación alguna. Saludos. V.T

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    1. muchas gracias!! por comentar y por la información. Saludos

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